“Una acción falsa justo antes del buen tiempo, como por casualidad”

Un jacuzzi con un descuento del 41%, ¡menuda ganga! Hugo* pensó que había ahorrado bastante comprándolo en Galaxus por 648 francos cuando antes costaba 1099. Pero la página, hay que decirlo, es muy transparente sobre los cambios de precio de lo que vende. Y entonces, ¡qué sorpresa! Hugo se dio cuenta de que el artículo ya se había vendido a unos 600 francos, y luego estuvo marcado como no disponible durante varios meses a un precio mucho más alto... antes de volver a estar a la venta a un precio cercano al precio base, pero con la nota "-41%.

"Esta es una promoción falsa justo antes del buen tiempo, como si fuera casualidad", se enfurece. Los descuentos mostrados están estrictamente regulados por ley (ver recuadro). En este caso, cabe decir que todo está dentro de las normas. Para poder mostrar un precio reducido, el artículo debe haber estado realmente vendido al precio más alto durante un tiempo determinado. Como era el caso aquí... incluso si estaba marcado como no disponible.

Galaxus alega, ante todo, que se trató de un error técnico. «El historial de precios no se mostraba correctamente en nuestra herramienta. El producto estaba disponible y podía adquirirse al precio de referencia más alto. Por lo tanto, el descuento se refiere a un precio de venta real y válido previamente, y no a un precio inflado artificialmente o no disponible», explica su oficina de prensa.

En segundo lugar, Galaxus señala que la empresa no solo vende sus propios productos, sino que también es una plataforma donde terceros realizan sus ventas. Este fue el caso en este caso. Es un revendedor que fija sus propios precios. Galaxus gestiona millones de referencias cuyos precios son abiertamente dinámicos y, en ocasiones, cambian a diario. En teoría, una gran variación de precios es motivo de alarma. Claramente, este no fue el caso en esta ocasión.